SUDAMERICA
De verdad que si os gusta la historia, y como no, la historia de la conquista, Cuzco es un lugar obligado de visita. Puedo estar de acuerdo que la ensombrece los miles de turistas que la recorren cada día, pero pasear por Cuzco es empaparse de una colonización que tu su lado bueno y porsupuesto el malo.
La ciudad de Cuzco fue transformada completamente por Pizarro y por la omnipresente madre Iglesia. Donde estaban erguidos los majestusos palacios de los gobernantes incas, ya se encargó la iglesia, de derribarlos y construir sus propios templos católicos. Ahora solo quedan paredes, cimientos y piedras de lo que fue la capital de los incas. Por contra puedes disfrutar de unas iglesias y monasterios coloniales, que no tiene parangón en toda america latina. En la plaza de Armas, podréis contemplar bueno o mejor dicho, se os podrá caer la baba contemplando su imponente Catedral XVI, emplazada en el antiguo palacio del rey Viracocha Inca, o la Iglesia de la compañía de Jesús, coloquialmente hablando, de los Jesuitas, que también tuvieron mucho que ver con esta colonización, aunque Francisco de Loyola, no estuvo por aquí.
Lo mejor de Cuzco, es callejear y empaparse de su historia, de sus calles empinadas, de su ambiente bohemio de la plaza de San Blas, de su gastronomía y de sus gentes, pues aunque podáis pensar lo contrario, no he visto mucho resquemor con nosotros, sino todo lo contrario, ellos siempre se refieren a España, como la Madre Patria
Cuzco es una ciudad tranquila, sobre todo el casco histórico, plagado de policía turística que vela por tu seguridad tanto de día como de noche.
Todo Perú y sobre todo Cuzco, ha sabido aprovechar el filón turístico. El paso para ver su patrimonio es extremadamente caro, hay un pase turístico que vale por 10 días que cuesta la friolera de 130 soles (unos 40€). Os voy a dar un mal consejo, haceros como sea con un carné de estudiante, de lo que sea en España, para visitar Perú, os saldrán todas las visitas a la mitad de precio. No sabéis el dinero que os vais a ahorrar.
También podréis disfrutar de una gastronomía excepcional, a pecios moderados. Os recomiendo un ¡Japonés!, para los amantes de esta gastronomía. Su nombre es Kin Taro, en la calle Heladeros. Por tres cosas, por su comida, por su precio y por que vais a ver la Japonesa más guapa de la tierra. Su dueña. Por lo menos si no os gusta la comida os podéis deleitar la vista. Hasta a Yaiza le tuve que dar un toque porque no paraba de mirarla.
Notas de viaje: